Artículo invitado

La justicia penal y el Covid-19

 Por César Cerisola*

No es un secreto que a prácticamente toda la sociedad mexicana el coronavirus o Covid-19 o SARS-Cov-2 o como gustemos llamarle, nos tomó por sorpresa. No fueron suficientes las noticias que provenían de Asia a finales del año pasado, ni la llegada a los Estados Unidos, ni las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para que, en México, tanto gobierno como sociedad tomaran las precauciones adecuadas para contener los contagios y muertes por la pandemia que hoy azota al mundo entero.

Creo que los culpables somos todos. Países que consideramos avanzados, como Suecia, Reino Unido y Francia han sido igualmente vulnerables a este virus que era desconocido hasta finales de 2019.

Dentro de los sectores afectados por el Covid-19 se encuentra la administración de justicia y la penal no fue la excepción. A mediados de marzo, la gente dejó de circular poco a poco en las ciudades y las fiscalías trataron de continuar con sus labores cotidianas, guardando ciertas medidas para evitar, en la medida de lo posible, los contagios, pero esto fue insuficiente e inevitablemente vinieron los contagios y muertes de funcionarios a escala local y federal, por lo que en menos tiempo de lo esperado se limitó el contacto con el público en general y se dejó únicamente para casos urgentes.

El primer contacto de las personas con la administración de justicia en materia penal, usualmente se da en las fiscalías al acudir al Ministerio Público, de ahí que las fiscalías hayan sido más vulnerables que los poderes judiciales en materia de contagios.

Los poderes judiciales, por su parte, también tomaron medidas para lograr una “sana distancia” e intentar continuar, en la medida de lo posible, atendiendo casos urgentes, pues es bien sabido que la procuración y administración de justicia no puede detenerse.

Ante la incertidumbre que ha provocado la pandemia, tanto las fiscalías como los poderes judiciales han ido alargando sus tiempos de regreso a la ahora llamada “nueva normalidad”; sin embargo, durante esta larga cuarentena se han beneficiado de la tecnología para experimentar audiencias a través de videoconferencias al igual que en otros países del mundo.

Tanto el Consejo de la Judicatura Federal, así como algunos consejos de la Judicatura estatales, han dispuesto de procedimientos de desarrollo de audiencias por videoconferencias en tiempo real con la presencia continua de todas las partes que deben intervenir en los centros de justicia penal desde hace semanas, por lo que la administración de justicia va adaptándose a estos nuevos tiempos. Por su parte, los tribunales colegiados de circuito en todo el país, si bien es cierto no han tenido atención al público, laboran también desde hace algunas semanas al llevar a cabo sus sesiones de manera virtual y resolviendo asuntos que ya se encontraban en estudio.

Es importante destacar que esta etapa ha sido aprovechada por una gran parte de abogados postulantes, jueces y ministerios públicos para actualizarse, ya que por medio de los colegios de abogados se han organizado con una frecuencia inusual, talleres, conferencias, pláticas o cursos, los cuales seguramente permitirán que una vez que regresemos a la normalidad, todos los intervinientes en la procuración y administración de justicia estemos mejor preparados, lo que sólo puede traducirse en beneficios para la sociedad. Así que no todo son malas noticias.

* Abogado penalista del despacho que lleva su apellido.

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