Durante la pandemia, prácticamente todos los cambios han sido negativos, han implicado el retraso en la procuración e impartición de justicia, atribuible a las medidas sanitarias que las autoridades han tomado y las lamentables defunciones de una gran cantidad de funcionarios, e incluso muchos litigantes.
Entre esas medidas, se ha impedido el acceso físico a las oficinas públicas, lo que ha dificultado la consulta de expedientes, las comparecencias personales, los desahogos de pruebas y demás actos procesales.
Por otro lado, dicho retraso contribuyó a que el Poder Judicial de la Federación habilitara el uso de plataformas digitales para el desahogo de audiencias, aunque esto no fue al inicio de la pandemia, sino meses después.
Con la utilización de las plataformas digitales, la manera de litigar ha cambiado, pues ahora muchas de las audiencias se llevan a cabo de manera virtual. También se habilitó en el Poder Judicial de la Federación la consulta de expedientes en línea, lo que propició que los despachos se actualizaran en la tecnología necesaria para poder implementar el uso de los medios virtuales.
Los juicios han ido evolucionando conjuntamente con la tecnología disponible, es decir, no sólo las audiencias y consulta de expedientes en línea, sino también con todos los productos y acceso que ofrece la tecnología para la consulta de libros jurídicos, Semanario Judicial de la Federación, criterios internacionales, resoluciones nacionales e internacionales, conferencias en vivo o repetidas, que pueden verse en la red. En síntesis, la tecnología ha contribuido a que los juicios penales sean más ágiles y confiables.
Si bien al principio hubo un retraso, ahora se ha compensado con las plataformas digitales, sobre todo en materia federal. Falta actualización en las entidades federativas y en prácticamente todas las fiscalías de la República Mexicana.
¿Lo modificable?
Para que tenga una mejor evolución el proceso penal frente a la nueva normalidad, es necesario que todos los estados implementen plataformas digitales confiables que permitan llevar a cabo audiencias y diversos actos procesales a través de la tecnología, lo que se traduce en un ahorro de tiempo y recursos, tanto para los servidores públicos como para los litigantes y partes en el proceso penal. La digitalización de los documentos y expedientes optimiza el espacio y hace mucho más rápido su consulta.
El Poder Judicial sólo se verá fortalecido en la medida en que goce de plena autonomía, tanto en sus designaciones como en sus resoluciones, es el poder que más contrapeso puede ejercer en un país en respeto a la Constitución y cumplimiento de la ley.
Hoy es lamentable que la CNDH brille por su ausencia en los diversos temas relevantes del país. No ha emitido prácticamente ninguna recomendación importante en los temas de trascendencia nacional y que violan derechos de los gobernados, la militarización, recursos naturales, leyes, etcétera. (Por Marielena Vega)
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