Por Georgina Howard
La pandemia por Covid-19, además de la alerta sanitaria que puso al mundo de cabeza, provocó desempleo y caída de la economía en términos globales y, para México, acentuó la recesión que ya se venía arrastrando.
Esto ocasionó que, ante la falta de un ingreso fijo por la pérdida de trabajo y la ausencia de un seguro de desempleo como funciona en otros países, un millón 709 mil 437 ex trabajadores realizaran retiros parciales por desempleo de sus afore por un monto de 20 mil 60.4 millones de pesos en 2020, de las10 afore que conforman el mercado.
Lo que representó un incremento promedio anual de 61.3% en términos reales, según datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
Los resultados de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) del Inegi arrojaron que cerca de 3.1 millones de mexicanos perdieron su vínculo laboral.
La demanda fue tal que los datos de Google Trends pusieron de manifiesto que las búsquedas por el concepto “retirar dinero de Afore”, ante la incertidumbre laboral, superó los 75 puntos en su escala, cosa que no se veía desde hace 15 años.
Si bien la cuenta de Afore está pensada para cubrir la pensión por jubilación de un trabajador, también da la facilidad de obtener dinero cuando se está desempleado, pero al ejercerlo se estarán descontando semanas de cotización de la cuenta individual que el trabajador tiene ante el IMSS y de la cantidad de dinero que podría estar disponible para su retiro.
El monto que se puede solicitar en caso de retiro por desempleo, una vez cada cinco años, dependerá del salario base de cotización y de la cantidad ahorrada, pero se deberá estar sin trabajo formal cerca de 45 días.
La Ley del IMSS permite a los trabajadores retirar el 11.5% del saldo de su ahorro en afore, o tres veces el salario base de cotización, que corresponde a un retiro por trabajador de alrededor de 10 mil pesos. Sin embargo, la ley recomienda retirar una cantidad menor para no afectar el monto proyectado de su pensión.
Según la Consar, 75% de las personas que realizaron retiros por desempleo de su cuenta de ahorro tienen ingresos de uno a tres salarios mínimos, y el saldo promedio de sus cuentas fluctúa entre 45 y 50 mil pesos.
Bajo este parámetro, los retiros oscilaron entre 5 mil y 6 mil pesos, aunque en muchos casos la cantidad rebasó los 11 mil pesos.
Esta creciente demanda de retiros por desempleo en las afore, provocó diversas propuestas entre algunos partidos políticos: el Verde Ecologista se pronunció por retirar hasta 10% del ahorro de la afore; Morena sugirió que los trabajadores pudieran sacar hasta 13 mil 308 pesos y quienes tuvieran menos de esta cantidad, todo el dinero de su fondo de ahorro para el retiro.
Pero los planteamientos no tuvieron éxito, porque implicarían afectar no sólo el bajo ahorro que tienen los trabajadores en su cuenta, sino también generarían problemas de liquidez entre las afore.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) expuso en un estudio que si un país carece de un seguro de desempleo u otras herramientas para apoyar a los trabajadores en estas situaciones, como es el caso de México, sería viable que el gobierno se comprometiera a reponer los recursos de la pensión que se retiren para que no afecte el futuro de las personas.
Y en este sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) aconsejó que el retiro de los fondos de pensiones sea la última opción ante la emergencia sanitaria, pues retirar el dinero implicaría absorber mayormente las minusvalías que se generen por la volatilidad en los mercados financieros.
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