El fin del principio
El 2014 fue un año atípico que pasará a la historia de México como el periodo en que comenzaron a hacerse realidad los grandes anhelos de reforma. Aunque la realidad se verá más clara en 2015, cuando darán fruto las modificaciones a las leyes que rigen la economía del país. Por ahora, el año cerrará con la expectativa de un gasto histórico para la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, como resultado de la reforma laboral que se llevó a cabo a finales de 2013.
Para el próximo año, el presupuesto que el secretario del trabajo Alfonso Navarrete Prida podrá ejercer, será de 5,384 millones de pesos, superior en 400 millones al presupuesto actual. Con esta derrama de recursos, las señales de atención al sector laboral son visibles, aunque también se debe perfeccionar lo referente a la recaudación de impuestos a nivel empresarial. Porque ellos, los patrones, son quienes hacen posible los puestos de trabajo.
Para 2015, los empresarios del país esperan la revisión de contratos laborales bajo los nuevos estatutos de la Secretaría de Hacienda, que pone en aprietos a las empresas –de todos tamaños y sectores– con la disminución de la deducibilidad de las prestaciones sociales a los empleados.
Este gremio espera nuevos esquemas de pago y deducciones para el próximo año. También está pendiente de la resolución del debate que ya comenzó en la Cámara de Diputados, respecto a la desvinculación del salario mínimo como medida económica y la creación del Instituto Nacional de salarios Mínimos de Productividad y Reparto de Utilidades. Un año más que concluye con altas expectativas y la promesa de un mejor escenario laboral, del cual Evidencias le dará cuenta.
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