En un contexto en el que la salud se convirtió en tema primordial, la economía tiene múltiples transformaciones e impactos para distintos niveles de la sociedad, uno de ellos son los jóvenes, quienes, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, tienen más dificultad para acceder al empleo.
“Mientras que el desempleo global se sitúa en 3.4% de la fuerza laboral, la población desocupada joven ocupa 6.96% de la Población Económicamente Activa para el grupo de 15 a 19 años, 6.93% para el grupo de los 20 a 24 años, y 4.6% para las personas de 25 a 29 años”.
De acuerdo con datos de su último informe, el 42% de los jóvenes ha visto reducidos sus ingresos. Además, uno de cada seis (17.4%) dejó de trabajar desde el comienzo de la pandemia.
Capacitación de las empresas, una opción para el desempleo
Para contrarrestar dicha tendencia, Gustavo Tavares, gerente general de Top Employers América, empresa líder a escala mundial dedicada a la evaluación de prácticas laborales, comenta que una de las estrategias que las empresas deben seguir para afrontar las adversidades provocadas por la pandemia, es la capacitación y la búsqueda del crecimiento del personal a cargo.
“La tecnología avanza a pasos agigantados y en próximos años se espera la automatización de varias actividades, para lo cual es necesario que los colaboradores de las empresas estén capacitados en ciertas actividades de índole tecnológica. Sin embargo, la misma tecnología puede hacer que este escenario cambie, con la incursión al home office y a las capacitaciones a distancia”.
Lo anterior concuerda con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la que refiere que la mitad de la población laboral en México no cuenta con las habilidades necesarias para enfrentarse a un trabajo digital.
Esto es, aproximadamente un 15% de los empleados podría ser desplazado por la tecnología, acorde con la OCDE.
Bajo este escenario, el gerente regional para las Américas de la OIT recomienda que las empresas creen estrategias bajo las cuales el personal pueda desarrollarse.
Es decir, contribuir al aprendizaje del colaborador antes que prescindir de sus servicios, ya que hay mucho talento en la población mexicana, sobre todo en los jóvenes, pero se requieren métodos distintos para reforzar la cadena de producción-desarrollo.
La posibilidad de realizar home office también acerca a las empresas a que puedan diseñar modelos de capacitación a distancia, sin la necesidad de invertir en sumas cuantiosas que se hacían cuando el trabajador se trasladaba.
En una sociedad donde los jóvenes están inmersos en la tecnología, aprovechar su entorno para una capacitación y asesoría de cómo deben incursionar en el trabajo, puede ser de gran apoyo para la economía mexicana.
No obstante, para Top Employers, que ha certificado a más de mil 600 organizaciones en más de cien países, la tecnología, capacitación de las empresas a sus colaboradores, así como el ingreso de personal joven que se adapta rápido a estos entornos, pueden ser movimientos claves para salir del bache económico en el que se encuentra la sociedad mexicana.
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