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Hacienda y CCE, por las pensiones

Comienzan las apuestas y los estira y afloja rumbo a una reforma a las pensiones. Existen dos opciones: una encabezada por Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), y una más, de Carlos Noriega, titular de la Unidad de Seguros y Pensiones de la Secretaría de Hacienda.

Ambas con una visión en pro del ahorro del trabajador, sólo que una ya está probada, en menor escala, pero viable. Me refiero a la que gestiona el sector empresarial, y cuyos primeros pasos se dieron hace varios años en el interior de FEMSA, cuando Carlos Salazar estaba como director, y cuyos frutos siguen al alza.

Aunque la reforma de Carlos Noriega es mucho más completa, su extensión puede complicar la aplicación y llevarla a empantanarse. Más cuando se habla de que el Gobierno Federal sería quien administre las pensiones de los trabajadores de menores ingresos, cuyos recursos se destinarían a financiar proyectos de gobierno. Se construiría una estructura de pensiones burocrática, optándose por una política pública del país.

De los 41 mil trabajadores que concluirán su vida laboral en 2021, sólo 30% aspirará a una pensión, equivalente al 30% de su último salario registrado ante el IMSS

Esto sería desastroso sin una directriz independiente como se lleva hasta ahora

No se debe olvidar que uno de los grandes lastres en la administración de las Afore ha sido la decisión que se tomó en 1996, cuando se estaba gestionando la Ley del SAR, y las autoridades de ese momento —José Ángel Gurría, Carlos Noriega y Guillermo Ortiz— decidieron elevar las semanas de cotización para jubilarse a mil 250, pues imaginaron que sería tema de negociación a la baja con sindicatos. Tema que ni siquiera se tocó en ese momento y se quedó tal cual. Y en la actualidad éste es uno de los puntos que no permiten a los trabajadores tener una mejor pensión.

De ahí la flexibilidad de bajar las semanas de cotización de un trabajador, lo cual contempla la iniciativa de ley a las pensiones proveniente de los empresarios. Misma que ya tocó base en el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, así como en algunos líderes sindicales, aunque no hay nada escrito.

Dicha iniciativa contempla llevar el nivel de ahorro de 6.5% hasta 15 o 18%. Niveles que ya exigen la OIT y la OCDE.

Además, de bajar las semanas cotizables ante el IMSS, de mil 250 que representan 24 años de trabajo ininterrumpido, a 14 años.

De aprobarse, los trabajadores que se pensionen en 2021 ya verían beneficios tangibles, comenzando porque su pensión podría incrementarse un poco.

De lo contrario, de los 41 mil trabajadores que podrán retirarse de trabajar en 2021, sólo 30% aspirará a una pensión, equivalente al 30% de su último salario registrado ante el IMSS, que comanda Zoé Robledo.

En tanto, 70% no alcanzarán una pensión y deberán retirar sus ahorros en una sola exhibición

De ahí la urgencia de una reforma a las pensiones que eleve por lo menos al doble las pensiones de los trabajadores y más empleados puedan alcanzar una pensión

Veremos cómo concluye el tema, ojalá que el enfoque sea una ley que permita avanzar en materia de pensiones. Si no es así, seguiremos viendo los mismos lastres de sexenios anteriores

Hasta el cierre de esta edición, las pláticas y ajustes en el Congreso aún no definían una propuesta real de iniciativa al respecto.

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