Directivos de la AMIA, al mando de Eduardo Solís Sánchez; ANPACT, que comanda Miguel Elizalde Lizarraga; AMDA, bajo la presidencia de Guillermo Prieto Treviño, e INA, que dirige Óscar Albín, se reunirán con la Comisión de Economía del Senado, bajo la dirección de Gustavo Madero, para abordar dos temas cruciales para el sector automotor.
Plantearon un nuevo programa de chatarrización y mejores condiciones de financiamiento para pequeñas y medianas empresas, por medio de Nafin, que encabeza Eugenio Nájera Solórzano.
Además de evitar a toda costa que se abra la frontera norte al libre tránsito de coches provenientes de Estados Unidos y legalizar los que ya han entrado a territorio nacional de manera ilegal, como lo proponen los gobernadores de la frontera norte.
Solicitan a la Comisión de Economía del Senado apoyo de financiamiento de Nafin, y no abrir frontera norte al libre albedrío; AMIA, AMDA, INA, ANPACT
Y es que este gremio no está pasando por sus mejores momentos y requiere ayuda.
Hablamos de la industria más importante en la generación de divisas, con una aportación de 70 mil millones de dólares directo en la balanza comercial, incluso por arriba del turismo y las remesas.
Representa el 3% del PIB, 20% del PIB manufacturero, genera 2 millones de empleos directos y la industria coloca a México como el cuarto exportador de autos más importante del mundo, y el primero de América Latina.
Lo cierto es que este gremio no está pasando por sus mejores momentos y requiere ayuda
Situación que se agrava con la baja en ventas de Estados Unidos, la huelga que atraviesa General Motors en el país vecino y que ya repercute en territorio nacional, así como la debilidad de la economía mexicana.
Y aunque la industria ha frenado los recortes de personal, manteniendo todo en stand by, la realidad es que no podrán aguantar mucho.
La huelga de General Motors ya comienza a mostrar estragos en territorio nacional, pero la perspectiva es que no se llegue al cierre de la fábrica
Dado que la inversión se mantiene en niveles básicos, dejando a un lado la proyección de 30 mil millones de dólares que se realizaba cada sexenio, como inversión extranjera que llegaba.
Habrá que esperar a que haya más certidumbre en el sector automotor, y por supuesto mantener una frontera controlada, porque de por sí los carros chocolate y los que entran con medio trámite de legalidad ya son un problema que lleva años sin erradicarse. Lo que podría vivir este sector no tiene precedentes.
Por lo pronto, la huelga al interior de General Motors en Estados Unidos ya comenzó a frenar líneas de producción en México.