Por Arturo Carbajal*
Parece inevitable que se gestará una reforma fiscal de carácter recaudatorio.
Todo indica que ésta vendrá en el segundo periodo de sesiones en el Congreso, es decir, a finales de este año.
Como se plantean los puntos que ya se analizan, se seguirá cargando el tema fiscal a las personas de mayores recursos.
Están intentando importar el impuesto a las fortunas. Se busca gravar un porcentaje del caudal que se tenga.
Es decir, que las personas que cuenten con bienes superiores a los 20 millones de pesos paguen un impuesto del 2 al 3.5 por ciento.
El otro punto es que se implemente un gravamen a las herencias. Hay parámetros para gravarlas hasta en un 40% como en Estados Unidos.
Y aunque debe existir definición de impuestos al consumo, este tema es incierto al ser antipopulista. Pero sería una de las propuestas recaudatorias más viables y justas, dado que en la medida que ingreses puedes contribuir. Incluso la economía informal estaría contribuyendo.
Hoy en día los sistemas de control son amplios para verificar el pago de impuestos. El gran reto es incentivar la economía y ampliar la base tributaria.
Hasta ahora, y a dos años de este gobierno, no ha habido ampliación de contribuyentes, si se dio mayor recaudación fue por multas que se plantearon.
Pero se debe entender que ésta es una curva de programas de fiscalización, y se va a acabar. Se necesitan estrategias para que la economía crezca y se generen estímulos reales para la inversión, generación de empleo, y con ello la recaudación.
Socio fundador de MATT Asesores, S.C.
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